Capítulo 3
El grupo de amigos se levantó después de una noche muy ajetreada. Primero fue Áriel la que despertó bruscamente, sobresaltada, muy cansada y desanimada.
-¿Qué ha pasado esta noche? –preguntó Áriel.
Valery se despertó rápidamente a causa del alboroto.
-¿Qué? !Que sueño! No he podido dormir casi nada –comentó Valery
Mientras Valery y Áriel hablaban, en la otra habitación se encontraban Larry y Spait durmiendo plácidamente.
Áriel y Valery miraron por la ventana y observaron las ruinas de las casas y edificios !Un terremoto no demasiado potente, pero de efectos devastadores, había ocurrido durante la noche!
-¡Madre mía! ¿Cuándo ha sucedido esto? – preguntó Áriel.
A ver lo que dicen en la TV – dijo Valery.
Valéry y Áriel encendieron la tele, aparecieron las noticias pixeladas aunque se podían entender un poco. Ellas acercaron el oído a la tele y escucharon un especial informativo: "Todos los habitantes del planeta deben de proceder a su evacuación, por favor sigan las siguientes instrucciones”. Mientras Valery escuchaba las indicaciones, Áriel avisó a Larry y a Spait que, incomprensiblemente no se habían enterado de nada, para que preparasen la maleta. Tenían que salir rápidamente hacia el monte Kosciuszko, el monte más alto de Australia, donde se encontraban la naves espaciales que iban a evacuar a los ciudadanos del planeta.
-Vamos, ¿está todo? – preguntó Áriel.
-Creo que sí , pero no estoy muy segura – dudó Valery.
-¿A qué hora han dicho que tenemos que estar en el aeropuerto? – preguntó Spait.
-Creo que a las 12:30 horas ,tenemos que darnos prisa– dijo Valery.
Se dirigieron hacia el aeropuerto pero la mayoría de las calles estaban cortadas. En el camino encontraron a otras personas que también iban hacia el mismo destino.
-!Hola! Me llamo Zaria, este es mi novio, se llama Alan – dijo Zaria.
-!Hola! – exclamó Larry.
-¿Hacia dónde vais? Nosotros vamos al aeropuerto–dijo Áriel.
-Nosotros también vamos hacia el aeropuerto, si queréis podemos ir juntos – comentó Alan.
-De acuerdo – asintió Spait.
Pero lo que ellos no sabían era que Alan y Zaria eran espías de Brooke que querían averiguar si Larry todavía se acordaba de la famosa fórmula que había ideado y que era tan importante para sus investigaciones.
-Conozco un camino más corto para ir al aeropuerto –comentó Zaria.
-Si queréis podéis venir con nosotros– dijo Alan.
-De acuerdo – afirmó Valery.
Después de unos minutos, al grupo le inquietaba aquel raro camino.
-¿Estáis seguros de que este camino lleva al aeropuerto? –preguntó Spait.
Alan y Zaria susurraban “tenemos que ejecutarlos, se están dando cuenta”.De repente, salió un coche negro por detrás del grupo, unos hombres bajaron y cogieron a los amigos. Cuando los chicos empezaron a tener consciencia de lo que les estaba sucediendo, ya estaban atados a unas sillas delante de un hombre vestido de negro.
-!Hola! !Qué bonito día hace hoy para evacuar el planeta! –dijo Brooke.
-!Eres tú! !Nos has secuestrado! – dijo Áriel.
-!Que pena que no podáis salir del planeta! ¡Ja ja ja! – rió el malvado.
Salió Brooke por una puerta con contraseña y los malvados secuaces rodearon a los chicos, que continuaban atados a las sillas.
De repente, Valery se volvió invisible (un superpoder que solo podía utilizar en situaciones extremas), consiguió desatarse y luchar contra los secuaces de Brooke. Mientras tanto Larry también se desató y consiguió liberar al resto del grupo. Luego Spait descifró la contraseña de la puerta aunque encontraron varios caminos y no sabían cuál seguir.
-¡Oh no! ¿Por cuál vamos? ¿No tienes algo que nos sea útil, Áriel? –exclamó Valery.
-Creo que no !Esperad! Voy a mirar en el bolso que me regaló mi abuelo-comentó Áriel .
Áriel empezó a buscar en su bolso y, mientras lo hacía, se le cayó un papel que parecía muy viejo. Lo abrió y observándolo recordó que ya lo había visto cuando era pequeña.
-Lo conozco, es el antiguo mapa de mi abuelo – informó Áriel.
-¿Qué hace? – preguntó Larry.
-Es un mapa mágico y maravilloso, cuando tú le dices dónde estás situado y dónde quieres ir, él te indica el mejor camino para llegar a tu destino –respondió Áriel.
-¡Perfecto! – exclamó Spait.
-Así nos ayudará a encontrar el camino por donde deberíamos ir.
Gracias al mapa del abuelo de Áriel, pudieron orientarse por aquel tenebroso lugar en el que se encontraba la organización de Brooke. Cuando el malvado Brooke se dio cuenta de que se habían escapado, ya era demasiado tarde y habían conseguido iniciar el camino hacia el monte Kosciuszko.